2022/23AmistososNoticias

Temporada: 2022/23

Una Balona de Primera

  • Los linenses endosan al Espanyol su primera derrota (0-1) con un gol de Gerard Oliva en el 88′.

  • Los albinegros cuentan sus amistosos por triunfos y enlazan 270 minutos sin encajar.

  • Sobresaliente primer tiempo de Alu Koroma; Óscar Arroyo cae lesionado.

Pues ya no va a quedar más remedio que creérselo. La Real Balompédica Linense (Primera Federación) ha derrotado este jueves (1-0) al Real Club Deportivo Espanyol (Primera división). Pero lo relevante -dentro de la relevancia que tienen los marcadores de preliga- es que no se trata de un hecho aislado, sino de un suma y sigue. Los albinegros acumulan tres victorias en otros tantos partidos ante rivales de superior categoría en esta pretemporada, en la que ya habían superado al Al-Arabi de la Superliga catarí y al Málaga CF de Segunda. Contra enemigos de ese potencial, los de La Línea suman 270 minutos sin encajar un solo gol y se han convertido en el primer conjunto que doblega (es más, que le anota un tanto) a los españolistas en este verano. Vaya que por mucho que haya que andar con pies de plomo, porque los éxitos de pretemporada los carga el diablo, la afición balona tiene infinitos motivos para ilusionarse.

Tampoco fue el Espanyol, que llegaba invicto después de tres ensayos de pretemporada. El conjunto barcelonés se estrelló también en ese martillo pilón que está construyendo Alberto Monteagudo. Hasta el propio técnico, tan esquivo a mostrar sentimientos, mantenía una sonrisa de oreja a oreja al término de los noventa minutos. Y es que una cosa es ser comedido y otra, muy diferente, tratar de hacer invisible lo que salta a la vista.

Los balonos montaron un primer once en el que incluso antes de empezar llamaba la sorpresa que Nico Delmonte volvía a ejercer de capitán. Tiene toda la pinta -y si no, al tiempo- de que va a ser algo frecuente incluso en competición cuando esté en el campo.

Los de los primeros 45 minutos se condujeron con esa sobriedad defensiva (no solo de los cuatro de atrás, sino del primero al último) y ese trabajo incansable que viene siendo la nota predominante desde el primer día. Y en el 17′ Omar Perdomo robó cerca del área y su disparo, muy bien intencionado, se fue al poste. En tres partidos ya se ha cruzado la madera en el camino de los balonos más veces que en media temporada pasada.

El Espanyol no era capaz de hacer patente su condición de equipo de superior categoría y su balance ofensivo se quedó en dos disparos que se marcharon fuera y en pedir de vez en cuando penalti por si colaba. Que no fue el caso.

Sin desmerecer a ninguno, porque además sería injusto, la Balona se hizo sólida desde el impecable trabajo de la pareja de mediocentros. Masllorens parece haber crecido como futbolista. Está rindiendo a su mejor nivel desde que llegó a La Línea. Con presencia, abarcando campo, sin apenas cometer errores. Pero lo que fue de traca fue lo de Alu Koroma. El de Sierra Leona (que tiene todas las papeletas y alguna más para quedarse como miembro de pleno derecho de la primera plantilla) ofreció un recital, tanto con el balón en los pies como en las tareas de destrucción. Su hermano Alhassan le miraba como diciendo «mira éste…»

En la segunda mitad el mismo guión. El conjunto blanquiazul que no sabía por dónde meterle mano a un rival que a pesar de haber cambiado de actores, mantenía esa estructura férrea que le permite no haber visto profanado su marco en tres compromisos. Y no solo es eso, es que los porteros (Varo y De la Calzada) tampoco es que estén interviniendo cada dos minutos. La realidad es que este equipo no se deja someter.

La nota negativa de este segundo periodo la protagonizó Óscar Arroyo, que tuvo que ser relevado 20 minutos después de incorporarse al juego con lo tiene toda la pinta de ser un problema muscular.

La más positiva es que otra vez los linenses de cuna se dejaron ver. Tanto que la jugada del gol del triunfo llevó su sello. Manu Toledano aguantó de espaldas y mandó con una certera maniobra para que el juvenil Alberto Gómez -el sobrino del exbalono Jorge Báez- llegase hasta la línea de fondo y centrase hacia atrás, justo donde estaba Gerard Oliva que hizo un escorzo y marcó un gol al que reaccionó con rabia, como reivindicándose.

Al final, aplausos y cánticos del Colectivo Doce y de los muchos linenses que arribaron a Marbella Center. Les va a costar trabajo a los cuatro malajes de siempre convencer al resto de que esto no es más que un espejismo. Y además, el que no quiera confiar… que tire la primera piedra.

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