La Balona saca la cabeza del fango
-
Los albinegros reaccionan al tanto del Mirandilla en el minuto uno y se imponen con autoridad.
-
Morcillo y Fran Carbià, ambos de cabeza y tras saques de esquina, firman los goles visitantes.
-
Los linenses, que no pasan apuros, disfrutan de ocasiones para lograr un triunfo más amplio.
-
Mere subraya la capacidad de reacción de la Balona y recalca que el triunfo «hace justicia».
La Real Balompédica Linense amansa las revueltas aguas que trajo su decepcionante estreno liguero. Los albinegros ganaron este sábado al Cádiz Mirandilla, lograron su segundo triunfo (ambos a domicilio) duermen fuera de los puestos de descenso y se hacen acreedores a un voto de confianza por parte de su entorno en espera del duelo ante el líder Marbella del domingo 22 (17:00) en el Ciudad de La Línea. Los albinegros supieron controlar los nervios propios de su delicada situación y de un gol en contra nada más arrancar la contienda, voltearon el resultado antes de la media hora y disfrutaron de ocasiones para haber ampliado la diferencia. Baldomero Hermoso Mere toma oxígeno precisamente en la que fue su casa. Así es el fútbol.
Por encima del análisis meramente futbolístico y de la valiosa victoria de los albinegros, el duelo deja una sensación muy acentuada de que el Cádiz, que tanto se jacta de hacer provincia, le faltó el respeto a la afición de la Balona. Por un lado advirtió que sus seguidores no podía acceder a las gradas al amparo de las obras que se realizan en un recinto que no hay que olvidar que se construyó con dinero de la Diputación.
Y por otro, la transmisión a través de su plataforma fue sencillamente vergonzosa. Muchos hinchas balonos no pudieron acceder, los que lo consiguieron se veían sometidos a numerosos cortes de señal… y para que no faltase nada el locutor insistía en llamar al equipo visitante “Linense” que se puede entender si lo hace un informador de Teruel pero ¿uno de Cádiz?
No estaría precisamente de sobras que una institución como la de la Tacita de Plata pidiese disculpas por lo sucedido o, en su defecto, que la Balona se las requiriera. Luego cuando el primer equipo cadista visite a la Balompédica los seguidores amarillos se encontrarán la alfombra roja en las puertas del Ciudad de La Línea.
Mere introdujo matices en el sistema de juego de las últimas jornadas. Mantuvo a cuatro atrás, pero dio entrada en el centro de Dani Santafé (se lo había ganado una semana antes) y, en vez de dos nueves, colocó a un segundo punta, papel que desempeñaba casi siempre Joao Pedro, aunque a veces permutaba su plaza con Fran Carbià. Los visitantes, salvando el error inicial que dio pie al 0-1 apenas hicieron concesiones en defensa y arriba disfrutaron de varias ocasiones (una última de Santi Jara palmaria) para haber agrandado una victoria que se antoja justa. Vaya, que el equipo encuentra puerta, pero sigue marrando demasiado ante el marco contrario.
El arranque del choque fue loco de un partido sin dueño y con 22 jugadores corriendo como pollos sin cabeza. Y nada más empezar (no había transcurrido ni un minuto) llegó el 1-0 cuando Nico Junior resolvió a placer dentro del área un balón que le sirvieron desde la línea de fondo en un desajuste defensivo inexplicable de los albinegros (esta vez de celeste) nada más arrancar el choque. La Balona y su crisis eran literalmente llevadas contra las cuerdas.
Afortunadamente los albinegros no perdieron la templanza en un momento tan delicado e hicieron sangre en la conocida fragilidad del filial cadista en las acciones a balón parado. De esta forma, un saque de esquina, en el muinuto cuatro encontró el salto y poderío de Morcillo para clavar el esférico en el fondo de la portería defendida por Nando. Era el 1-1.
El valor de ese tanto sólo lo saben los sufridores de La Línea que seguro se habían llegado a temer lo peor. Pero Mere ordenó mejor sus fichas después de ese intercambio de golpes inicial y la Balona tomó el mando con carencias pero con personalidad y tirando de experiencia.
Los de La Línea empezaban a gustarse, con un referente en labores ofensivas como Fran Carbiá, que estuvo en casi todas. En el 16′ tuvo la virtud de ganar una segunda jugada aunque su tiro se perdió por encima del travesaño. No se enteraba el Cádiz CF Mirandilla y lo aprovechaba su adversario para jugar lo más lejos posible de Rodri.
Todo se puso aún de cara para los visitantes poco antes de la media hora; otra vez a balón parado. Saque de esquina que remató en primera instancia Morcillo, llega a rozar con el pie Aridane y es Fran Carbiá el que remacha de cabeza casi en boca de gol. El gol se asemejaba y mucho al que había servido al Estepona la pasada semana para adelantarse en La Línea. Señal de que hay trabajo de ese que no ve.
La Balona había conseguido dar a vuelta a la tortilla por la vía rápida. Para colmo en los cadistas, Diallo -lesionado- dejó su lugar a Salguero, que reaparecía tras lesión.
La realidad es que el resto del primer tiempo se desarrolló con el balón más tiempo en pies de los balonos y oportunidades para abrir aún más la brecha. La tuvo en su cabeza Santafé pero el punto de mira apuntaba alto y no logró su objetivo. Eran minutos de calma y con los propietarios del campo sin rumbo ni criterio.
El mismo guión
Tras el paso por vestuarios en el descanso, la decoración varió poco porque el conjunto de Mere Hermoso apretaba en busca de elevar el tanteador. Primero fue un examarillo como Javi Pérez el que probó con un chut seco que despejó Nando. Y le siguió Fran Carbiá con dos llegadas ideales; primero un mano a mano que no fue capaz de resolver y dos minutos después otra colada en la que superó a Nando, pero ya sin portero su disparo lo sacó la defensa.
Cifuentes movió el banquillo con un triple cambio que equilibró la balanza y que perseguía dotar de presencia la zona ancha y el ataque, ya que la situación clasificatoria de su equipo no es para tirar cohetes. La realidad es que las fuerzas se igualaron y, aunque las ocasiones, tomaron una tendencia a la baja, si bien no era capaz el Cádiz CF Mirandilla de completar sus deberes porque sólo había conseguido dejar de sufrir en su área. Peligro, lo que se dice peligro, no creó apenas.
La veteranía es un grado y la de la Balona salió a pasear en el maltrecho césped del Ramón Blanco. Eso, más los cambios de Mere dirigieron el choque a aguas tranquilas para los linenses, que supieron nada y guardar la ropa hasta que Gutiérrez Perera decretó un final que es aire puro para la Balona y problemas serios para el Cádiz CF Mirandilla. Eso sí, en el añadido los albinegros se dejaron a Morcillo, que fue expulsado y que se perderá el siguiente duelo.