El fútbol os debe una, Balona
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Excesivo castigo para la recia, que a pesar de haber llevado la iniciativa ofensiva durante todo el encuentro, pecó de profundidad y lo pagó en el 89´cuando toda la Balona se volcó arriba a la desesperada.
- La Balona se la jugará a una carta en la última jornada en Marbella.
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Antonio Calderón: «Cuando llegas tan obligado a la parte final de una competición pasan estas cosas»
Días como los acontecidos ayer en el Municipal, te hacen ver lo injusto que puede llegar a ser el fútbol, lo difícil que es subir de categoría y el valor de la victoria sobre tu rival. Porque ayer no solo había 3 puntos en juego, sino la posibilidad de garantizar tu puesto el curso que viene en 1º División de Federación sino optar en la lucha por ascender a la categoría de plata, con la motivación añadida de conseguirlo ante el eterno rival y ante los tuyos.
Tanto el club como los aficionados se encargaron de cocinar el aroma de derbi, de clásico que históricamente se ha vivido en cada encuentro entre la Real Balompédica Linense y el Algeciras, una histórica rivalidad que nos ha acompañado durante décadas en 3º sobretodo, pero que parece haberse asensado en 2ºB tras unos años de travesía en 3º de los algecireños, que durante estos últimos años han tenido que convivir bajo la alargada sombra de su vecino comarcal, el cual año tras año buscaba los puestos altos de la tabla como mínimo en 2ºB hasta encadenar hasta el momento 9 temporadas consecutivas en la categoría de bronce, mientras que si bien el Algeciras durante estas temporadas buscaba la permanencia como objetivo fundamental o bien subir el año siguiente a 2ºB.
La afición, como ante las grandes citas y como suele mostrarse siempre, al pie del cañón con los suyos, arropándoles desde prácticamente el minuto 0, calentando la previa del encuentro, la atmósfera que se respiraba en el Municipal fue espectacular desde el sentido del aficionado balono.
Desde el inicio la Balona salió a por el partido y a por los 3 puntos ante un Algeciras líder, al que solo el empate le bastaba para permanecer líder hasta la última jornada y certificar matemáticamente su ascenso a la 1º División de Federación, por lo que la consigna de los algecireños estaba clara desde el inicio, no tomar excesivos riesgos y especular con el tiempo lo máximo posible, tal fue así que prácticamente no buscaron ni la portería de la Balona en todo el encuentro. Rápidamente la apuesta táctica de Calderón se desquebrajaría tras la lesión de Paco Candela en los primeros compases del encuentro, algo que a la posterior, se vería clara su ausencia a pesar de haber sido sustituido por un jugador como Luis Alcalde.
Mientras el Algeciras buscaba manejar la pelota atrás, la Balona prefería mantenerse algo replegada ante el miedo de cometer algún error defensivo que les acabase condenando, por lo que no mostraron una exhaustiva presión adelantada. La Balona amenazaba por los costados, ya fuera por el izquierdo mediante un Ñito bastante enchufado y motivado o, un eléctrico e incombustible Koroma por el lado derecho del campo. Asimismo, los nuestros buscaban hacer daño por las bandas aunque les faltó profundidad para conectar con Pito Camacho o Luis para buscar el remate a portería, aunque la zaga rival, cabe destacar la gran labor defensiva que desempeñaron, sin conceder apenas un metro ni mucho menos dejar que los nuestros se acercasen al área.
En la segunda parte, la tónica del encuentro no variaría mucho, de nuevo nos encontrábamos con una Balona abocada al ataque ante un Algeciras que cualquier pérdida de tiempo que pudiera consumar, bienvenida era. La más clara del partido llego tras una falta botada desde la izquierda hacia el área, donde el central Mikel cabeceó a portería forzando al arquero algecirista a esforzarse al máximo para despejarla arriba en una brillante intervención. Con el paso de los minutos y se producían los cambios en el conjunto blanquinegro, el Algeciras se sentiría más cómodo sobre el campo ante una Balona sin ideas claras, sin profundidad que, alentados por sus aficionados, verían como lo que debió ser una tarde histórica para lo bueno se convertía en pesadilla tras pillar Armando desprevenida a la defensa linense y servirle así el balón a placer a Ubis para poner el 0-1 final sobre el marcador, convirtiendo el Municipal en una fiesta para los visitantes que gritaban y celebraban ante el enorme silencio e incredulidad de los aficionados linenses, que abandonaban el estadio desconcertados y hundidos ante el significado de esta derrota.
Tras finalizar la jornada, solo un auténtico milagro podrá meter a la Balona entre los 3 primeros clasificados, otorgando así una plaza para luchar por ascender a 2ºA o una plaza fija en 1º División de Federación. Para ello, deberán ganar a un Marbella que no se juega nada, su plaza por luchar por la permanencia en la segunda fase está confirmada y esperar que Tamaraceite y el Sanluqueño pierdan sus respectivos partidos.